Biblioteca Pablo Ruiz Picasso

Torremolinos

22 de noviembre 2017

 

La tarde de 22 de noviembre nos volvíamos  a reunir después de un mes gracias al  II Ciclo de los Cafés Filosóficos de la Biblioteca Municipal Pablo Ruiz Picasso de Torremolinos.

El espacio elegido por la organización fue nuevamente muy especial, la sala de cine.

En esta ocasión la llegada fue escalonada y los saludos se fueron entregando poco a poco, no obstante, una vez sentados se agradeció a la organizadora de la actividad, Mª del Carmen,  su esfuerzo por propiciarla. Gracias a ella los presentes habían recibido los textos del mes vía mail y en mano.

Por deferencia a las nuevas incorporaciones nos presentamos, y se aportó una breve explicación de lo que se hace en nuestro  Café Filosófico. Se recordó que el objetivo esencial era aprender, dialogar y dejar nuestros pensamientos sobre la mesa.

Memoria

Con motivo de celebrarse el Día Mundial de la Filosofía degustamos un ágape para la ocasión, mientras, iniciábamos las reflexiones gracias a algunas de  las inquietudes que ya en la ronda de presentaciones se expresaron…

Inquietudes:

-¿Cómo utilizar la práctica  filosófica para solucionar los problemas del mundo?

-¿Qué son verdad, sociedad-individuo, el lenguaje…?

Para abrir la tarde nos preguntamos en qué medida el lenguaje está conectado con la filosofía. Se respondió que era la piel de nuestro pensamiento, y que al utilizarlo lo construimos, y que si dialogamos construimos pensamientos gracias a los demás.

En otro momento se mencionó el concepto “prejuicio” como una estructura mental (conjunto de pensamientos) que por apegos materiales e inmateriales pueden dañar el derecho a tener una vida plena.

Se indagó sobre qué tipo de pensamiento es mejor, y se optó por los “pensamientos de calidad”.

Pensamiento de calidad necesitaba ahora ser conectado con el tema en cuestión para poner aún más foco (luz) en el mismo, la filosofía,  y se recurrió a tratar de esclarecer  el término “reflexionar”,  porque se decidió que un pensamiento de calidad era un pensamiento reflexivo.

Se entregó la siguiente definición: reflexionar es cuestionarnos todo y actuar teniendo en cuenta el “bien común”, no solo el personal o el de un pequeño grupo. Cuestionar los hechos que llevamos a cabo y sus consecuencias, y   lo que otros hacen y sus consecuencias.

Se objetó que a veces tu felicidad hace infelices a los demás…, pero se aclaró que si hay amor entre padres e hijos, o en la pareja, etc…, prevalecerá el derecho de cada ser humano a elegir  vivir la vida como desee.

En relación al término “cuestionar” el cual apareció en la definición de José María, se dejó  sobre la mesa la palabra “crítico”. Se habló de  la necesidad de ser crítico con uno mismo, pero también, y  como dice Marina Garcés, crítico con la realidad, es decir, “con lo que es normal o con lo que es de sentido común…”, porque si de sentido común es matar un animal en una fiesta popular, es  porque la  tradición lo perpetua injustamente. Queda así pues patente    que debemos mantener también “un diálogo constante” con la tradición para salvaguardar el derecho a vivir de los animales, por ejemplo.

Las redes sociales,  las religiones, los valores de las futuras generaciones…, fueron algunos de los temas que surgieron y anotamos   para  posibles futuros ciclos.

Retomando el dilema de cómo llevar a la práctica la filosofía en la vida cotidiana pudimos  avanzar con todo lo dicho que reflexión, espíritu crítico, bien común…, son algunos de los ingredientes necesarios para empezar a actuar en nuestros pequeños círculos de influencia de forma más humana.

Por otra parte, pudimos escuchar la experiencia de Yanira en Finlandia como madre y como ciudadana  pues nos  acercó al  sistema educativo finlandés para tratar de entender las razones de su éxito académico.

Por lo compartido por Yanira, observamos que es un sistema educativo horizontal, en el que los alumnos aprenden investigando y por ellos mismos. No hay un volcado de información, ni una autoridad que transmita conocimientos como en la pedagogía tradicional o vertical. El maestro es más bien un guía. Se aprende a aprender. Como resultado las personas son críticas e independientes.

Sin embargo, Mayte nos regaló una duda que nos ayudó a recordar que hay “dependencias” y dependencias… Que el amor a un hijo, según la filósofa Marina Garcés, nos hace sentir en cierta forma dependientes, pero que nos define también como personas. Que las marcas personales (biografía personal) viene escrita por los amores de nuestra vida (música, libros, conocimiento, amistades, pareja, hijos, profesión…)

Recordamos también que Chantal entregó una reflexión de Séneca.

“¿De qué me sirve la geometría del campo si no puedo compartirlo con mis hermanos?”

Finalmente nos acercamos a la posibilidad de aprender a reflexionar. Todos pensamos y en ese sentido todos somos iguales, pero  la capacidad de tener un pensamiento razonable (crítico, creativo y respetuoso) se puede aprender. Esta es una aportación del lúcido educador y filósofo Mattew Lipman.

Gracias a Kimi se habló un poco de  la “verdad”. Esclarecer, poner luz en todo es imposible, se expuso. Chantal añadió que siempre queda alguna duda…

Siempre hay otra nueva pregunta…

El próximo 20 de diciembre del 2017 se cierra este ciclo con el tema La Democracia.

 

 

 

 

 

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