Ilustración del artista Victor Coyote.

  1. Comunicación de Ken Robinson

“La escuela mata la creatividad”

  1. Myriam García Rodríguez

En el Banquete, Sócrates presenta la teoría de Diotima de Mantinea.

“Diotima me enseñó que todas las personas buscan cosas buenas y bellas, y esa búsqueda recibe el nombre de “amor”. ¿Y qué es lo que más desea el amor humano? La inmortalidad. ¿Y cómo podemos alcanzar esa inmortalidad? A través de la creación. Pero mi maestra Diotima me enseñó que no todos se entregan al amor de la misma forma. Unos se entregarán al amor físico y tratarán de alcanzar la inmortalidad a través de la descendencia. Otros se entregarán al amor espiritual y se dedicarán a la creación de ideas y pensamientos. Entonces le pregunté a la sabia Diotima cuál era el  amor superior, y ella me respondió que aquel que persigue el conocimiento. Por eso el amor es filósofo. Pero la sabia también me advirtió que alcanzar el conocimiento es difícil y no todos pueden conseguirlo”.

  1. Henri Bergson

«La vida es creativa, es creatividad, y hay que intentar ser creativos para acercarnos a nuestra verdad, a la verdad de uno mismo».

“La Evolución Creadora”, libro de Bergson, tiene que ver con la biología, con la evolución de la vida. La vida cambia pero la evolución de la vida se produce por una explosión, un impulso en el que estamos aún inmersos…  Por eso no se sabe hacia dónde va la vida… y además la vida y la libertad están conectados.

La vida social de algunas especies es superior a otras. Las abejas se organizan en un entramado social, pero los seres humanos  tienen una vida social diferente a la del resto de los animales.

Abejas: el instinto es lo que prima… Poseen un saber que viene del interior.

Humanos: es la  inteligencia lo que prima. Poseen un conocimiento que proviene del exterior.

Ambas capacidades son capacidades exitosas. La base del éxito de nuestra sociedad es nuestra inteligencia. El instinto no crea nuestra realidad, pero hay una parte de instinto que se enlaza con la inteligencia y forma la intuición.

“Bergson cree que la intuición  nos haría  avanzar más como especie”.

El instinto es enormemente certero, conoce poco pero lo que sabe es verdadero totalmente.

La inteligencia abarca mucho conceptualizando a través de las palabras para conocer las cosas. Con ella tendemos a homogeneizar para igualar lo desigual… Clasificamos, categorizamos: hojas, hombres, mujeres… con tal de prever… (Sé que cada otoño caerán las hojas).

Todo para sobrevivir. Esto es un logro de la supervivencia humana.

La intuición nos ayuda a conocer “pero desde dentro”  cosas muy concretas… Los artistas son creativos por la intuición. La intuición nos ayuda a conocernos desde dentro.

-Tiempo: Nosotros medimos el tiempo subjetivamente (un parto puede ser eterno aunque dure 15 minutos…) Medida inteligente y medida interior (tiempo subjetivo).

-Memoria: memoria consciente (lo que memorizamos como la dirección de una casa), pero también están  los ataques de memoria involuntarios que aparecen al oler algo, o comer algo… Es una memoria vinculada a la intuición, a lo subjetivo.

-Idea de nosotros mismos: soy mujer,  madre y educadora (estreotipos), pero puedo acercarme a “mí misma desde el interior…” mediante la intuición. La auténtica expresión de mi misma es intuitiva.

Los artistas son intuitivos y creativos porque:

El tiempo interior del artista  afecta directamente a la obra. La última cena de Leonardo da Vinci se pinta con tanta lentitud que deteriora la obra y esto afecta a la obra haciéndola única.

Un campo de Van Gogh es único y particular a diferencia de cómo lo ve un geógrafo…

Por lo tanto, los artistas captan las cosas sin generalizar, tratan de diferenciar, hacer únicas las cosas. El tiempo subjetivo y la memoria subjetiva son sus herramientas, la intuición.

¿Por qué la creación de un cuadro puede llegar de forma universal a muchos seres humanos?

Porque la creación emociona debido a que se está invocando a la  sinceridad, a lo auténtico. Ha habido verdad, y esto es lo que realmente emociona a los seres humanos.

Si somos lo que realmente somos, si somos  auténticos es porque nos acercamos mediante  la intuición…  a nosotros mismos.

  1. La Creatividad según Angélica Sátiro

“La Historia del Cabeza de Cartón”.

En una escuela llamada UNA CUALQUIERA existía un profesor llamado ANTERIOR. La escuela era tan común como otra cualquiera, y el profesor ANTERIOR era mal visto porque tenía unos comportamientos extraños: sólo decía la verdad, demostraba sentimientos, daba clases innovadoras y creativas, vestía ropas originales (que no estaban de moda necesariamente), tenía una manera muy peculiar de oír y dirigirse a los demás, y lo peor: PENSABA POR SU CUENTA.

El equipo directivo llamó a ANTERIOR para decirle que no debería actuar de manera antisocial. Y explicó que como mucho él debería ser un especialista aplicado y practicante de la pedagogía escolar que estuviera de moda.

Como sólo sabía enseñar con amor y con ganas de aprender, ANTERIOR salió confuso de la reunión. Aceptó el consejo de la coordinadora pedagógica y se fue de paseo a un centro comercial. Allí encontró una tienda de un viejecito relojero. Entró y dijo:

– Además de relojes, ¿arregla cabezas?

– Las cabezas son como los relojes, dijo el viejecito, y para funcionar bien necesitan mantenimiento. Necesito 30 días para mirarla, descubrir el defecto y arreglarlo.

– Pero, ¿cómo haré sin mi cabeza 30 días?

– No te preocupes, te dejo esta de cartón.

Así, ANTERIOR salió con su cabeza de cartón de la tienda. Y fue un éxito total en la escuela UNA CUALQUIERA, porque él actuaba como todos, y por eso no molestaba a los demás.

La vida social estaba tan tranquila que ANTERIOR olvidó volver a la tienda al cabo de 30 días. Y así pasaron años y años…

Entonces, un día pasó por el centro comercial por casualidad y vio la tienda del viejecito y preguntó:

– Señor, hace mucho tiempo dejé algo aquí y olvidé recogerlo.

El viejecito, que no tenía cabeza de cartón, le dijo:

– ¡Por fin!, te esperaba desde hace años… Tengo aquí tu cabeza y ya te digo que no he encontrado defecto alguno en ella. Al revés, es un modelo muy original, único. ¡Una preciosidad!

– Sí, pero es que me siento tan bien con esta cabeza de cartón que tengo actualmente. Vivo tan tranquilo, tengo dinero, las personas no me tienen envidia, no pelean conmigo, no me traicionan, ni quieren echarme cuando digo lo que pienso. Te digo una cosa, ya no quiero mi cabeza original, prefiero este modelo de cartón.

El viejecito sintió mucha pena al ver lo que pasaba con ANTERIOR. Pero lo comprendió.

Así, nuestro profesor vivió la vida sin complicarla con eso de pensar por uno mismo.

Y el viejecito ya acostumbrado a ver tantas cosas raras en la vida guardó aquella cabeza brillante en una caja de cristal limpio y transparente. No olvidó escribir:

¡CUIDADO, AQUÍ YACE UNA CABEZA LIBRE!

5. Inspiración creativa según Nietzsche.

En Ecce Homo, el texto que es una especie de autobiografía, escrita poco antes de su colapso mental, Nietzsche narra cómo escribió Así habló Zaratustra, en un período en el que salía a caminar a la montaña cerca de la bahía de Rapallo. Fue en una de estas caminatas, en una encrucijada, que primero Zaratustra lo emboscó, literalmente, porque Nietzsche habla de cómo lo que era uno se convirtió en dos, es decir, su personalidad se desdobló. Así, escribió las tres primeras partes de este texto en ráfagas de 10 días. A este estado de posesión creativa -que en términos de la psicología de Jung es claramente una posesión del inconsciente arquetípico- lo llamó también la «gran salud» (paradójicamente, puesto que se encontraba ya afectado por problemas de salud, y al final acabaría en un hospital mental). Una gran salud que es la aceptación voluntaria de la tragedia de la vida -una tragedia que se percibe como un destino-. El siguiente pasaje es una de las manifestaciones más límpidas y poderosas que existen para entender el fenómeno de la inspiración. Vemos plasmada esta noción que ha distinguido a profetas y poetas por igual y que parece dotar a la vida creativa de una cualidad inexorable, de ser una especie de destino superior. El hombre se revela como un instrumento de una fuerza numinosa. El poeta Rumi había expresado lo mismo comparándose con una pluma que no sabe lo que la mano va a escribir; así él y la divinidad. Y Nietzsche: Se oye, no se busca; se toma, no se pregunta quién es el que da; como un rayo refulge un pensamiento.

«¿Tiene alguien, a finales del siglo XIX, un concepto claro de lo que los poetas de épocas poderosas denominaron Inspiración? En caso contrario, voy a describirlo: Si se conserva un mínimo residuo de superstición, resultaría difícil rechazar de hecho la idea de ser mera encarnación, mero instrumento sonoro, mero médium de fuerzas poderosísimas. El concepto de revelación, en el sentido de que de repente, con indecible seguridad y finura, se deja ver, se deja oír algo, algo que le conmueve y trastorna a uno en lo más hondo, describe sencillamente la realidad de los hechos. Se oye, no se busca; se toma, no se pregunta quién es el que da; como un rayo refulge un pensamiento, con necesidad, sin vacilación en la forma -yo no he tenido jamás que elegir-. Un éxtasis cuya enorme tensión se desata a veces en un torrente de lágrimas, un éxtasis en el cual unas veces el paso se precipita involuntariamente y otras se torna lento; un completo estar-fuera-de-sí, con la clarísima consciencia de un sinnúmero de delicados temores y estremecimientos que llegan hasta los dedos de los pies; un abismo de felicidad, en que lo más doloroso y sombrío no actúa como antítesis, sino como algo condicionado, exigido, como un color necesario en medio de tal sobreabundancia de luz, un instinto de relaciones rítmicas, que abarca amplios espacios de formas -la longitud, la necesidad de un ritmo amplio son casi la medida de la violencia de la inspiración, una especie de contrapeso a su presión y a su tensión-… Todo acontece de manera sumamente involuntaria, pero como en una tormenta de sentimiento de libertad, de incondicionalidad, de poder, de divinidad… La involuntariedad de la imagen, del símbolo, es lo más digno de atención; no se tiene ya concepto alguno; lo que es imagen, lo que es símbolo, todo se ofrece como la expresión más cercana, más exacta, más sencilla. Parece en realidad, para recordar una frase de Zaratustra, como si las cosas mismas se acercasen y se ofreciesen para símbolo («Aquí todas las cosas acuden acariciadoras a tu discurso y te halagan: pues quieren cabalgar sobre tu espalda. Sobre todos los símbolos cabalgas tú aquí hacía todas las verdades… Aquí se me abren de golpe todas las palabras y los armarios de palabras del ser: todo ser quiere hacerse aquí palabra, todo devenir quiere aquí aprender a hablar de mí».

De Ecce Homo.

Breve Biografía

Henri Bergson: fue un filósofo francés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1927. De origen polaco   y  muy famoso en su tiempo porque utiliza una claridad expositiva que llega a todo el mundo, que llega a todas las inteligencias.

Angélica Sátiro: directora de la CASA CREATIVA, consultoría para proyectos, actividades, materiales e investigaciones sobre la creatividad. Presidenta de la asociación CREARMUNDOS BCN.

Ken Robinson (Liverpool, Inglaterra, 4 de marzo de 1950) es un educador, escritor y conferencista británico. Doctor por la Universidad de Londres, investigando sobre la aplicación del teatro en la educación. Robinson es considerado un experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos. Debido a la relevancia de su actividad en los campos mencionados, especialmente en relación a la necesidad de incorporar clases de arte al currículum escolar, fue nombrado sir por la reina de Inglaterra, Isabel II en 2003.

Myriam García Rodríguez: Doctora en Filosofía y Máster en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología. Miembro del Grupo de Investigación “Sobre Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (CTS)” de la Universidad de Oviedo. En este campo, mis principales líneas de investigación son la cultura científica y la percepción social de la ciencia. Sobre estos temas he publicado en diversas revistas especializadas y libros monográficos.

Bibliografía:

García Rodríguez, Myriam ¿Habrá mujeres allí? Ápeiron Ediciones, Madrid, 2017

Robinson, Kem y Aronica, Lou, Escuelas Creativas, Grijalbo, 2015.

Bergson, Henri, La evolución creadora, Cactus, Madrid, 2007.

Nietzsche,  Ecce Homo, Alianza Editorial, Madrid, 1981. Trad. Andrés Sánchez Pascual

Angélica Sátiro: http://www.crearmundos.net/reflexionados/pensarcreativamente.pdf

 

 

 

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