Este extracto pertenece al artículo que la revista de filosofía PENSAR JUNTOS ha incluido en su número dos (ya a la venta) con el título Huertos Filosóficos para Mayores.

El cultivo del pensamiento como “arte de vida”.

Rosane Magaly Martins, fundadora de la institución brasileña “Ame sus arrugas” y experta en gerontología, expone en su artículo “La vejez en tiempos de modernidad líquida”, que las personas mayores están viviendo bajo la presión de lo que se ha venido a llamar “vida saludable” (envejecimiento activo), y de un estilo de vejez construido sin tener en cuenta sus verdaderas inquietudes, necesidades o intereses.

Considerar la vejez como un periodo frágil, desarrollar políticas de prevención constantemente y la información contradictoria de los efectos perjudiciales de alimentos o medicamentos, generan inseguridad, desconcierto en la población de los mayores y una baja autoestima, afirma la gerontóloga.

Un enfoque político que entrega la responsabilidad al individuo, pero a la vez lo adoctrina como un ser deteriorado que debe vivir en constante actividad para no sucumbir al paso de la edad, y una propaganda científica que de la misma manera invita a reconsiderar constantemente lo que es saludable o no, es la realidad actual que afrontan nuestros mayores.

Para la autora del artículo mencionado, lo que subyace es un intento reduccionista de “homogeneizar” la población mediante un nuevo estereotipo de vejez que surge ante el cuestionamiento de las investigaciones científicas en el terreno de la gerontología, las cuales apuntaron como inadecuadas la inactividad, pasividad o improductividad en la tercera edad.

La comprensión de la experiencia del envejecimiento sufre de esta manera una contextualización proclive a la naturaleza de un “mercado tecnológico” y cambiante. La velocidad y el movimiento constante son sus señas de identidad.

Una vida sosegada, centrada en el “arte de vivir”, en la mejora como persona y en la reflexión quedan fuera de esta ideología de la vejez.

Los programas sociales planifican los comportamientos, sentimientos y actitudes. La planificación de actividades físicas y recreativas que se proponen como condición para tener una vida saludable, estructura la vida de las personas pero siempre bajo su responsabilidad, y en el marco de los avances científicos, los cuales generan una miríada de contradicciones y biografías personales de la que los gobiernos se eximen de toda responsabilidad.

El saber de los especialistas en los que confiamos deja de tener credibilidad puesto que la verdad es constantemente revisada por los avances científicos. El médico deja así de tener nuestra confianza, abandonando a los individuos en una extraña tierra de nadie.

Nuevamente toda la responsabilidad desemboca en los mayores generando una fuente de angustia e incertidumbre intrínseca al mundo actual. Asumimos en solitario los riesgos de nuestras decisiones aunque hayamos obedecido el patrón de buena conducta imperante.

En este contexto los mayores se verán solos teniendo que “razonar y juzgar”, optar o descartar opciones con sus familias, en los mejores de los casos, sobre lo que es más correcto para sus vidas, puesto que los certeros avances científicos del pasado, causa de la longevidad, en la actualidad ofrecen incertidumbre y contradicción.

Propone la propia autora que la sociedad, y en concreto los mayores, están abocados a ser “reflexivos”, puesto que lo único que tenemos cierto son las incertidumbres en torno a cuál será la forma más correcta de vivir nuestra vida, qué debemos consumir o cómo relacionarnos.[1]

Con nuestros Huertos Filosóficos para Mayores aportamos para ayudar a ejercitar la “reflexión”, un proyecto educativo de corte filosófico, que viene a desvelar con claridad la naturaleza de una sociedad líquida, donde la manipulación y la falta de respeto a la dignidad, incluso en la última etapa de la vida, abanderan los planes de envejecimiento activo.

Revista Pensar Juntos, nº 2

Extraído del artículo: Huertos filosóficos para mayores

 

[1] Martins, Rosane Magaly. “La vejez en tiempos de modernidad líquida: incertidumbre y el temor al envejecimiento”. Instituto ame sus arrugas. 12 de abril de 2011.  http://institutoame.blogspot.com.es/2011/04/la-vejez-en-tiempos-de-modernidad.html?m=1

 

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