Biblioteca Manuel Altolaguirre

Benalmádena Pueblo

23 de diciembre 2018

 

El Sufrimiento fue el tema que inauguró el año. La elección de este se realizó porque durante el mes de enero se conmemoraba el día de la Paz y de la No violencia en los centros educativos.  

 Memoria

Volvimos a compartir el sentido de lo que hacemos en nuestros “filocafés” para Matilde, Lupe y Elsa.  De esta manera facilitamos que  el grupo  de reflexión presente  explique el marco de referencia en el que se desarrolla los diálogos filosóficos  de la biblioteca del pueblo.

Así que se entrega una definición que se viene elaborando desde que retomamos la actividad en octubre: convivimos, reflexionamos, hacemos gimnasia mental y aprendemos unos de otros mediante la búsqueda de sentido de los textos propuestos.  Ponemos en común perspectivas y desmitificamos creencias (Ortega y Gasset). También habéis dicho que  compartimos pensamientos, tratamos de recoger conocimientos para poder llevarlos a la práctica de la vida diaria, tratamos de dialogar desde la cordialidad y la amabilidad. Y este mes también habéis mencionado la palabra “respeto”.

Nada más iniciar el encuentro también se dijo que aunque  las preguntas, las dudas personales sobre el tema son un elemento fundamental de la actividad filosófica, no solemos abrir los diálogos con cuestiones pues pasamos directamente a entregar el sentido de lo leído, pero precisamente en esta primera tarde del nuevo año sí se plantearon algunas cuestiones…

Una vez terminamos los saludos se comentó que íbamos a prescindir de entregar los textos en papel, pero que se iban a subir unos días antes a la dirección Huertosfilosoficos.com, en el apartado Café Filosófico. Esta decisión se ha tomado para economizar recursos.

También se informó de “algunos cambios” en  las fechas de los Cafés Filosóficos del año. Estas son las definitivas:

-El deseo y la envidia: febrero 13

-Respeto y dignidad: marzo 6

-Educación y pensamiento: abril 3

-Generosidad y codicia: mayo 8

-El Género a reflexión: junio 12

Otra novedad importante es que a partir de  febrero los recordatorios de la actividad, así como la entrega de las memorias correrán a cargo de Inés.

Reflexiones, cuestiones y perspectivas:

El tema lo abrió Mónica al aclarar la diferencia que existía entre dolor y sufrimiento. El dolor es una experiencia que no elegimos, es una cuestión física.

Mientras que  el sufrimiento, según se compartió, tiene su raíz en el pasado, en un apego a la memoria de una experiencia que tiene un componente de elección personal…, aunque la mayoría de las veces lo sentimos como una imposición.

La primera pregunta que se compartió fue: ¿es realmente optativo el sufrimiento?

Se dejó sobre la mesa una reflexión procedente del budismo ya que la teoría del desapego de esta filosofía espiritual podría ayudarnos a dejar atrás sufrimientos que están anclados en la memoria; por otra parte la  atención del budismo en el  Ser  y no en el tener,  así como  herramientas como la meditación, práctica de la compasión, etc…, nos ayudan a comprender que existen maneras de desprendernos del sufrimiento si así lo deseamos…

Otra vía para atravesar estas noches oscuras es la resiliencia, es decir, la trasformación personal gracias al   hecho que nos hizo sufrir  a través de la autosuperación.

Se recordó la vida del neurólogo Viktor FranKl, y cómo de una experiencia trágica (campos de concentración) construyó una terapia para curar a personas que han sufrido de forma extrema: la Logoterapia.

La creatividad de músicos, escritores, etc…,  fue otro de los conceptos que  se mencionaron como vía de salida al  sufrimiento (¿arteterapia?).

Se conectó el concepto acción,  creatividad y  cuidado de los demás. Elsa compartió que el compromiso social (la atención a los que sufren) es una dimensión que desarrolla en el ser humano un sistema inmunológico frente al sufrimiento; cuando cuidamos nos cuidamos y nos desarrollamos en el plano personal.

Con estas herramientas y estrategias nos planteamos que  si una persona tiene una vida normal, es decir, que no ha sido sobre protegido…, era  bastante posible que de adulto pudiese superar situaciones de sufrimiento (siempre hay excepciones y para eso contamos con los profesionales).

Pero  ¿qué ocurría con los niños que han sufrido? En este sentido solo la ayuda profesional durante años puede hacer superar experiencias extremas (guerras, abusos, etc…). Fue la respuesta compartida por Isabel.

Por otro lado también se recordó que en la actualidad los jóvenes se frustran al intentar acceder al mercado laboral porque han vivido en burbujas, sin ser expuestos al sufrimiento lo suficiente.

Se recordó que una exposición a la vida es necesaria para que el ser humano desde pequeño vaya construyendo una autoestima sólida, se sienta valioso y comprenda la naturaleza transitoria de los malos momentos.

Entonces surgió otra nueva cuestión: ¿es que hay que sufrir para mejorar como personas?

Pepa compartió en este momento un cuento sobre una crisálida a la que se le ayuda a salir de su capullo antes de estar preparada, y cómo esto le impide formar sus alas y poder volar…

Elsa relacionó el esfuerzo de las mariposas para escapar de su útero de seda con los recién nacidos y el penoso tránsito  que supone salir de la placenta al mundo exterior, llegando  incluso a provocar que las placas craneales de los bebés se monten unas sobre otras… Y al final, el llanto, después del esfuerzo, del sufrimiento…

Las metáforas fueron precisas y pusieron el foco en lo inevitable: la vida es un movimiento en el que se suceden momentos de felicidad  y momentos de sufrimiento.

Los estoicos y en concreto Epicteto nos acercaron a un momento de la filosofía que era entendida como “arte de vida”. Se compartió el siguiente texto:

Texto 6 Epicteto.  

“Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas. Como la muerte, que no es nada terrible –pues entonces también se lo habría parecido a Sócrates– sino que la opinión sobre la muerte, la de que es algo terrible, eso es lo terrible. Así que cuando suframos impedimentos o nos veamos perturbados o nos entristezcamos, nunca responsabilicemos a otros, sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones. Es propio del profano reclamar a los otros por lo que uno mismo ha hecho mal; el reclamarse a sí mismo, propio del que ha empezado a educarse; propio del instruido, el no reclamar ni a los otros ni a sí mismo”.

Moisés nos recomendó encarecidamente la lectura de varios libros que se entregan a continuación: Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales, texto escrito  por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Está compuesto por cinco libros, escritos en su gran mayoría en forma de aforismos cortos. Nietzsche plantea sus pensamientos sobre temas como: moral, cristianismo, filosofía, arte y vida. Otra recomendación de la que se tomó nota fue: Confianza en uno mismo de Ralph Waldo Emerson. Y el  tercer autor recomendado fue Shopenhauer,   precisamente El arte de Ser feliz es una obra de este pensador  en la que se presentan herramientas para no sucumbir ante los vaivenes de la vida.

En el último tramo de la tarde se aclaró la diferencia entre resignación y aceptación, también se compartió un botiquín de urgencias para atender a personas que viven en estado de sufrimiento a petición de Inés que entregamos: actitud de silencio y escucha activa para averiguar qué nos piden exactamente para saber cómo podemos ayudar.

Y cerramos con un texto de la filósofa Roxana kreimer que nos ayudó a  reflexionar en el hecho  de que el sufrimiento también tiene un componente cultural.

Texto 9. Occidente anudó el amor al sufrimiento…

“Encuentro que una de las razones por las que Occidente, a diferencia de otras culturas, anudó tan estrechamente el amor al sufrimiento es que identificó el amor de pareja con esa «forma de locura» inicial conocida como flechazo, amor-pasión o enamoramiento. En la línea de pensamiento de Denis de Rougemont y André Comte-Sponville, diferenciaré el amor de la pasión, o en tal caso diferenciaré al amor-pasión de otras formas posibles de amor –el amor-acción, el amor-compañero-, y consideraré la posibilidad de que el amor continúe cuando la pasión -finita por definición- ha concluido, lo que no equivale a declarar el fin del deseo sexual por la pareja ni el fin de la posibilidad de gozar intensamente de su compañía. Como resulta claro en muchas de las definiciones que se han dado sobre el amor, la tradición filosófica y literaria tendió más bien a identificar el amor y la pasión, acentuando menos sus diferencias que sus correlaciones”.

 

Textos:

Unos días antes de la reunión serán subidos a Huertos Filosóficos.com (en el apartado Café Filosófico). Si quieres podrás leerlos o no, queda a tu libre elección. No se van a tener imprimidos en el encuentro.

El día 13 de febrero, indagaremos  “El deseo y la envidia” a las 18:00.

Feliz día.

 

 

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