TEXTO 1. Jesús Mosterín

Lo importante para el sabio es no depender de los deseos innecesarios, no verse importunado por ellos, pues un cálculo prudente le mostrará que no es de su satisfacción de lo que depende la felicidad, sino de la ausencia de dolor y preocupación. La felicidad se encuentra en la vida sencilla, retirada y sosegada.

TEXTO 2. Mary Shelley. Frankenstein.

“Y cuando me convencí de que era el monstruo que soy, me acometió un profundo sentimiento de pena y mortificación.”

TEXTO 3. La Akrasia

El escritor Víctor Hugo había firmado un acuerdo con su editor de escribir su nuevo libro que titularía El Jorobado de Notre Dame, en 1830. Con el tiempo, en lugar de avanzar con su libro, demoró en escribir y se distrajo con otros proyectos y asuntos. Cuando su editor lo increpó por la demora, Víctor Hugo decidió tomar acción para obligarse a vencer su akrasia.

¿Qué hizo el escritor? Encerró su ropa bajo llave y solo se quedó con una manta para taparse, para así eliminar la tentación de salir y entretenerse. Su estrategia funcionó, ya que en los seis meses restantes escribió la obra que fue publicada en 1831.

¿Qué significa akrasia? Es el estado mental en el cual una persona actúa en contra de su mejor bien por la debilidad de la voluntad. Significa actuar en contra de los propios intereses (y esta palabra no significa solidaridad ni sacrificarse por el bien de otros). Akrasia significa ese estado mental irracional en donde a sabiendas dejamos de lado la prudencia, la razón y las consecuencias para ir tras una decisión que entendemos no será buena para nosotros.

Texto 4 Culpa y sufrimiento.

La akrasia es epidémica en nuestros tiempos, alcanza a todas las personas en todos los escalones de la vida. Pero no es un tema de ahora: los filósofos griegos Sócrates y Aristóteles lo describieron con esta palabra en la antigüedad: “es dejar de hacer lo que es importante, lo que es vital, esencial, lo que corresponde a nuestra responsabilidad. Se podría decir que es falta de disciplina personal y falta de orden”.

La akrasia y procrastinación están relacionadas, pero no significan lo mismo: procrastinar es dejar algo para más adelante mientras que la akrasia significa pensar que uno “debiera” hacer algo sin hacerlo, aunque signifique algo beneficioso.

Texto 5. Mónica Cavallé/Sobre el sufrimiento.

“…  El dolor es una mera señal de que el cuerpo está en peligro y requiere atención. De modo similar, el sufrimiento nos avisa de que la estructura de la memoria y de los hábitos que llamamos la persona está amenazada (…). El dolor es esencial para la supervivencia del cuerpo, pero nadie nos obliga a sufrir.  El sufrimiento se debe enteramente al apego o a la resistencia; es un signo de nuestra renuncia a seguir adelante, a fluir con la vida. Del mismo modo que una vida sana está libre de dolor, una vida sabia está libre de sufrimiento….”

Texto 6 Epicteto.  

“Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas. Como la muerte, que no es nada terrible –pues entonces también se lo habría parecido a Sócrates– sino que la opinión sobre la muerte, la de que es algo terrible, eso es lo terrible. Así que cuando suframos impedimentos o nos veamos perturbados o nos entristezcamos, nunca responsabilicemos a otros, sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones. Es propio del profano reclamar a los otros por lo que uno mismo ha hecho mal; el reclamarse a sí mismo, propio del que ha empezado a educarse; propio del instruido, el no reclamar ni a los otros ni a sí mismo”.

Texto 7. Trascender el sufrimiento. Mónica Cavallé.

Epicteto nos enseña que siempre está en nuestra mano la capacidad de resignificar toda situación, y nos enseña también cuál es la resignificación óptima: la que convierte toda circunstancia en ocasión de crecimiento interior, en una oportunidad para expresar lo que esencialmente somos –dueños del ámbito de nuestras representaciones- confirmando así nuestra libertad e invulnerabilidad esencial y nuestro señorío sobre las situaciones.

Ante la mayoría de nuestros estados conflictivos, una de las cosas que es preciso comprender es de qué modo nos hemos sugestionado con una determinada interpretación de la realidad, una interpretación ilusoria que obstaculiza la actitud creativa y activa y que nos hace olvidar que absolutamente todo puede convertirse en un bien interior, que, para aquello que esencialmente somos, no existen los Obstáculos.

Texto 8. Historia del amor y el sufrimiento. Roxana Kreimer.
En la tradición filosófica encontramos dos tipos de definiciones sobre el amor: aquellas que lo asocian con la carencia y el sufrimiento, y aquellas que lo relacionan con la alegría y con la afirmación de la vida.

Las que lo vinculan con el sufrimiento son las que mayor influencia han ejercido en nuestra cultura, básicamente porque anclan en el ideal platónico que cimentó las bases de la doctrina cristiana. Platón se hace eco de la concepción mítica, según la cual el amor es una enfermedad que suele generar efectos tan deliciosos como indeseables y, sin dejar de celebrarlo, lo define como una forma de locura que surge en ausencia del ser amado y en la carencia de las cualidades que el ser amado posee. Pero esto no siempre es así. A menudo amamos nuestros bienes presentes, gozamos de lo que no nos falta porque su presencia nos colma de alegría.
Sin embargo, en Occidente al amor se lo ha definido en innumerables oportunidades como una enfermedad…
En sus Cartas a Lucilo Séneca define al amor como «una amistad llevada a la locura». En Romeo y Julieta Shakespeare también presenta al enamoramiento como una forma de locura y como «la visita de un dios que hace inteligentes a los idiotas e idiotas a los inteligentes», como «humo engendrado por el hálito de los suspiros, demasiado áspero, demasiado rudo, demasiado violento y pincha como el abrojo». También Quevedo en su Soneto amoroso encuentra que el amor es «una herida que duele y no se siente», «un soñado bien y un mal presente», «un cobarde, con nombre de valiente», y una «enfermedad que crece si es curada».

Otros autores no han definido al amor por la carencia, ni por el dolor ni como una forma de locura. No parecen aludir al enamoramiento o flechazo, aunque si refieren a él lo trascienden, y definen como un tipo de amor que no se agota en la efervescencia de los primeros tiempos. Es el caso de Aristóteles y Spinoza, que no asociaron el amor a la carencia ni al sufrimiento sino a la alegría. «Amar es alegrarse«, escribió Aristóteles, que identificó sin más el amor con el gozo. Y Spinoza: (el amor) «es la idea de alegría acompañada de una causa externa». Alain hizo suya esta definición y la formuló en estos términos: «el amor es una suerte de alegría ligada a la presencia o al recuerdo de una persona»….

Estas concepciones que definen al amor básicamente como una forma de alegría, que por cierto no son hegemónicas en los discursos amorosos de Occidente, admiten que esta alegría puede conllevar sufrimiento. Sin embargo, el sufrimiento no aparece en ellas como un elemento primordial y constitutivo del amor. 

Texto 9. Occidente anudó el amor al sufrimiento…  Roxana Kreimer.

Encuentro que una de las razones por las que Occidente, a diferencia de otras culturas, anudó tan estrechamente el amor al sufrimiento es que identificó el amor de pareja con esa «forma de locura» inicial conocida como flechazo, amor-pasión o enamoramiento. En la línea de pensamiento de Denis de Rougemont y André Comte-Sponville, diferenciaré el amor de la pasión, o en tal caso diferenciaré al amor-pasión de otras formas posibles de amor –el amor-acción, el amor-compañero-, y consideraré la posibilidad de que el amor continúe cuando la pasión -finita por definición- ha concluido, lo que no equivale a declarar el fin del deseo sexual por la pareja ni el fin de la posibilidad de gozar intensamente de su compañía. Como resulta claro en muchas de las definiciones que se han dado sobre el amor, la tradición filosófica y literaria tendió más bien a identificar el amor y la pasión, acentuando menos sus diferencias que sus correlaciones.

Texto 10. Significancia y pertenencia.  Alfred AdlerRudolf Dreikurs (Psicología individual)

La Disciplina Positiva aplicada en escuelas, enseña a los educadores la importancia de sentirse valioso y fomentar el sentimiento de pertenencia en los estudiantes, por ser ambas causas principales de sufrimiento en el ser humano. Facilita herramientas para reducir el mal comportamiento y desarrollar habilidades para solucionar problemas, tanto en los estudiantes como en los demás miembros de la institución. La asociación existe para fortalecer a las familias, escuelas y comunidades.

Texto 11. Resiliencia.

Viktor Emil Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, creador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau.

Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió El hombre en busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el individuo puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.

 

Bibliografía

-Kreimer, Roxana. Falacias del amor. Paidós, 2005.

-Caballé, Mónica y Machado D. Julián. Arte de vivir, Arte de pensar. Colección Ética Aplicada, 2005.

-Shelley, Mary, Frankenstein, Anaya, 2010.

-Mosterín, Jesús. La Naturaleza Humana, Espasa Libros, 2006.

-Mosterín, Jesús. Helenismo, Alianza Editorial, 2013.

-https://www.crianzapositiva.org/disciplina-positiva

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=90070

-http://www.monicacavalle.com/el-vedanta-advaita-ante-el-sufrimiento.pdf

 

 

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