Biblioteca Pablo R. Picasso

Torremolinos

Cerramos este segundo ciclo invitando al grupo a proponer   posibles  temas sobre los que  les gustaría reflexionar, a la vuelta del verano, y  los sugeridos fueron: La Espiritualidad a reflexión, La Religión, La cuestión de la Marginalidad, La Belleza, Dogmatismo, El Dinero, Las Pasiones humanas o  El Amor.

Perspectivas de futuro.

Antes de presentar las ideas intercambiadas durante la tarde, se comparte con el grupo  al hilo de los “Cafés Filosóficos” anteriores, que   NO venimos a  debatir en nuestra mesa de diálogo filosófico, es decir, no se pierde la razón por tener razón, por el contrario, se practica  “el arte del diálogo” con la finalidad de aprender unos de otros, mediante un proceso de indagación o investigación que recuerda más bien a un grupo de científicos.

Ser desapasionados en nuestras reflexiones no supone dejar de tratarnos con “sensibilidad”, y con el máximo cuidado. ¿Por qué? Porque  la “desconocida biografía” de cada una de las  personas que nos encontramos alrededor de la mesa de diálogo nos obliga a  valorar, respetar, agradecer, escuchar atentamente y  en silencio a los demás.

Si conseguimos poner poder en la voz de cada una de las personas que comparten sus pensamientos, mediante una escucha activa, estamos demostrando que somos generosos y a la vez “libres” porque hemos conseguido distanciarnos de nuestro ego.

Además, el vínculo de la “comunidad indagadora” se forjará, generando esta metodología dialógica con la que se trabaja cada mes,  no solo mejora en las habilidades cognitivas, mejor compresión de uno mismo y del mundo, también se creará un espacio de hospitalidad y acogimiento, en definitiva,  un lugar ético.

Cuando retomemos las reuniones antes de cada tema recordaremos siempre que durante el proceso de dialogar, nuestra actitud  de cara a seguir construyendo cultura de paz y humanidad, debe ser cuidadosa y cordial, para así ser fieles al proyecto educativo en el cual nos fundamentamos (Filosofía para Niños de M. Lipman y A. Sharp).

“Salirte con la tuya es ser esclavo del ego.
Sin bondad, sin generosidad, sin deseo de verdad no hay diálogo. No hay LIBERTAD”.

Jose Miguel  Valle

Memoria de la tarde.

En relación al tema “Género y Libertad Sexual”  aquí se entregan algunas de las reflexiones y cuestiones compartidas:

  • ¿Cuáles son los límites de la libertad sexual?
  • ¿Por qué se siente una presión moralizante en los temas sexuales?
  • ¿Por qué considerar que la norma es la heterosexualidad?
  • Y el amor, ¿dónde queda?

Se documentó mediante la experiencia personal de los presentes la evolución de la conducta sexual según género, en la historia más reciente de España, y se comparó con Francia.

Se dijo que el sexo era aburrido para el filósofo M. Foucault porque en la vida de pareja la pasión deviene en un vínculo de amor y amistad. Por lo tanto, la sexualidad queda aquí relegada a un segundo plano. El “Homo Sexualis”, que el filósofo Z. Bauman ha criticado en sus libros sobre la sociedad líquida, era puesto en cuestión de esta forma…

Sin embargo, se insistió en recordar que existen tantas conductas sexuales como personas, y que la monogamia era una de las opciones posibles…

Más adelante, se dijo que el contexto cultural y religioso influye mucho en las personas, por eso también  se reflexionó sobre que se había pasado de una relación de pareja estable, que tenía como finalidad tener hijos, a una sociedad  en la que no se desea  responsabilidades y el compromiso de una familia como otra opción posible. Para la valoración de esta nueva tendencia  se recuerda que se entregó un artículo de Z. Bauman.

Gracias a los textos aportados observamos también  que aunque en la Grecia clásica la sexualidad era una actividad poco cuestionada socialmente por “poco importante”, puesto que el tema estrella fue la nutrición, se descubrió que ni las mujeres, ni los jóvenes que mantenían relaciones homosexuales con hombres mayores, recibían un trato de igualdad. La “reciprocidad” era inexistente en términos de sexualidad en aquellos tiempos.

Se subraya entonces que la falta de reciprocidad nos habla de una sociedad injusta, aunque sí sabemos que desinhibida.

En relación a este tema se volvió a repetir que cada ser humano construye una sexualidad de forma “única”,  pero que, además, sublimarla éticamente supondría tener en cuenta al otro (reciprocidad).

Al final del FiloCafé se gradeció la asistencia a todas y todos durante el II Ciclo, así como a la organizadoras del mismo: Mª Carmen y Noemí, y quedamos emplazados a futuras nuevas reuniones después del verano.

Hasta entonces que la “alegría” te acompañe este verano como podría haber dicho el gran  Spinoza.

 

 

 

 

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