Textos para «El Feminismo a Reflexión»

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Texto 1. Antígona de Sófocles, primer referente escrito de mujer feminista en la historia Europea.

RESUMEN DE LA TRAGEDIA ANTÍGONA DE SÓFOCLES

Edipo llega a Tebas buscando a sus verdaderos padres. A Tebas ha llegado la noticia de que su rey Layo ha sido asesinado en un camino por algún bandido. Por otro lado, la Esfinge, propone un enigma a los recién llegados y los devora. Edipo adivina el enigma y se convierte en rey de Tebas, casándose con la viuda de Layo, Yocasta. Con el tiempo tienen cuatro hijos: dos varones, Eteocles y Polinices y dos hembras, Antígona e Ismene. Algunos años después llega una epidemia a Tebas por la que están muriendo hombres, mujeres, niños, ganado y se están arruinando las cosechas. El pueblo pide a su rey Edipo que frene esta epidemia. Edipo consulta al adivino Tiresias que le dice que sólo terminará con esta maldición cuando encuentre al asesino de Layo. En su investigación, Edipo descubre que Layo era su verdadero padre, al que él buscaba; que se ha casado con su madre y que ha tenido descendencia con ella. Desesperado por su descubrimiento se saca los ojos. Yocasta se suicida. Edipo, ya ciego, se destierra voluntariamente de Tebas en compañía de su hija Antígona y, al llegar a Atenas muere.

Antígona regresa a Tebas. En Tebas, reina provisionalmente el hermano de Yocasta, Creonte. Con la mayoría de edad de los hijos varones de Edipo, Eteocles y Polinices, ambos se disputan el trono de Tebas. Polinices se marcha de Tebas y reúne a un ejército con el que ataca la ciudad que defiende su hermano Eteocles. Los dos ejércitos envían a siete capitanes para que se enfrenten entre sí. El sorteo hace que Eteocles y Polinices tengan que luchar y los dos hermanos se matan en el combate. Creonte decreta que se entierre el cuerpo de Eteocles, muerto luchando por Tebas, pero que el de Polinices quede sin sepultura por haber atacado la ciudad. Decreta pena de muerte para quien intente enterrar a Polinices.

A PARTIR DE AQUÍ COMIENZA LA TRAGEDIA ANTÍGONA

Antígona es contraria a la ley promulgada por Creonte, le parece injusta e impía y considera un deber sagrado, por encima de las leyes de los hombres, el dar sepultura a su hermano muerto. Por eso decide intentar enterrar a su hermano, pese a que su hermana Ismene le aconseja que no lo haga, por temor a que el peso de la ley caiga sobre ella. Los guardias sorprenden a Antígona enterrando el cuerpo de Polinices, la apresan y la llevan ante Creonte que castiga esta desobediencia con la pena de muerte. Antígona es llevada a una cueva y encerrada allí hasta el día de su muerte. Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona, suplica a su padre que le perdone la vida a Antígona, pero Creonte se niega. Hemón visita a Antígona, pero ésta se ha suicidado. Hemón también se suicida junto al cuerpo de su prometida, antes de que Creonte pueda evitarlo. En palacio, la mujer de Creonte y madre de Hemón, Eurídice, se entera por un mensajero del suicidio de su hijo y ella mismo se suicida. La tragedia termina con el lamento de Creonte, que se considera responsable de las muertes de su mujer y de su hijo.

1.1. La mujer en la Grecia clásica y paralelismo con la mujer actual.

Autora: Nilda A. Basalo

A pesar del rol totalmente desvalorizado de la mujer en la «polis» griega, aparece esta figura femenina heroica, una «muchacha», huérfana, desamparada, que había acompañado a su padre en el calvario del exilio y que acababa de ser testigo de una guerra civil en la que habían muerto sus dos hermanos y que se enfrenta a la autoridad política y familiar que representa su tío y tutor Creonte. Segura de que, pese a desafiar la ley, está cumpliendo con su deber. Carlos García Gual comenta que va a la muerte con ese carácter inflexible de una heroína, heredado tal vez de su padre Edipo.

Ambos personajes, Antígona y Creonte, encarnan las dos figuras simbólicas de los roles que la sociedad adscribía a la mujer y al varón: la ley de la familia, oponiéndose a la ley del Estado, la ley patriarcal.

1.1. Conclusiones

Aparecen claramente dos discursos bien diferenciados de las mujeres de esta tragedia. El discurso de Ismene evoca el de muchas mujeres que padecen maltrato conyugal. Es el lenguaje de la sumisión y del sometimiento. Representa a la mujer que se amolda, acepta lo dado sin cuestionarlo. Se cristaliza en su identidad. Encubre con esta actitud pactos milenarios y, lo que es peor, los reproduce. No sabe cuál es su deseo, y vive condicionada por cumplir con el deseo de los otros. Los mitos y prejuicios que constituyen su subjetividad no son observados; son aceptados como verdades absolutas. Frente a este discurso, encontramos uno opuesto, el de Antígona. Esta mujer se anima a transgredir un orden dado, y funda así uno nuevo: el del ejercicio de su libertad. Su vida tiene sentido vivirla dentro de los límites de la justicia, del ejercicio de sus derechos. Se opone a la violencia que le impide ser. Su acto tiene una resonancia social que se realimenta con una lectura crítica de esta obra. Y ése fue el intento. Las Antígonas actuales son todas aquellas mujeres que reaccionan frente a una situación de injusticia: ya sea a nivel familiar como social. Pero, también, creo que es importante aceptar que en cada una de nosotras hay una Ismene y una Antígona. Son parte de nuestra historia de origen y nos constituyen. Aceptar esta ambivalencia nos permite reflexionar sobre nuestras frustraciones y nuestros proyectos esperanzados. Y, también, aceptar los límites de nuestra condición humana. Fuimos y somos Ismena cada vez que no actuamos con libertad; cada vez que nos invade el miedo al cambio, en definitiva, a ser. Fuimos y somos Antígona cada vez que somos protagonistas del significado de nuestra propia vida. Poder aceptar estos dos aspectos complementarios en una misma amplía nuestra posibilidad de autocrítica y de creatividad. Hegel decía: «La libertad es la conciencia de la necesidad». Es importante que las mujeres podamos, además de tener conciencia de nuestras necesidades, crear las condiciones para que aquellas puedan ser satisfechas. Una de las tareas imprescindibles es tratar que los discursos caigan de su instalación confortable, poder cuestionar el peso que el poder imprime al lenguaje dándole significados eternos. Tal y como apunta Derrida, al mantener los discursos confortablemente instalados, en cualquier campo, se permanece en la presuposición ontohermenéutica, en la relación precrítica al significado. Como Antígona, debemos abrir espacios para animarnos a cuestionar los discursos de sometimiento…

Fuente: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/3164/1/Feminismos_6_02.pdf

texto 2. Las cuatro olas del feminismo.

El feminismo es un movimiento social que centra su lucha en conseguir la igualdad de derechos para las mujeres, se inició en el siglo XVIII junto con otros movimientos de gran magnitud como la revolución francesa, la guerra de la independencia en Estados Unidos o las demás revoluciones liberales que se dieron en todo el mundo occidental.

De hecho, el movimiento feminista surgió para reivindicar el papel de la mujer en la Declaración Universal de los Derechos Humanos puesto que en dicha declaración, los derechos a la libre expresión, la libertad, la igualdad y la dignidad estaban dirigidos a los hombres y no a las mujeres.

¿Por qué se llama feminismo?

Esta palabra puede generar diversas dudas respecto a su significado, a pesar de que el movimiento luche por la igualdad. Son muchas las personas que se sienten confundidas por el propio término «feminismo» y, por esa razón, vamos a explicar por qué este movimiento se llama «feminismo» y no de otra manera:

  • Se llama así porque nació de las mujeres con el objetivo de luchar por el derecho a la igualdad de las mismas. Este movimiento no busca excluir a nadie con su nombre, simplemente «nos describe su origen y objetivos».

A partir de la revolución francesa, muchas mujeres empezaron a organizarse en colectivos y a protestar por sus derechos, naciendo así la primera ola del feminismo: el feminismo ilustrado.

Nota: en este artículo sobre historia y corrientes del feminismo, nos centraremos en los orígenes de este movimiento en el mundo occidental. Debemos tener en cuenta que existen otros focos de estudio según distintas culturas y variables geográficas.

Como hemos comentado anteriormente sobre la historia del feminismo, la primera ola feminista tuvo su origen a finales del siglo XVIII y se extiende durante un siglo entero, hasta 1870 aproximadamente. El objetivo de esta primera ola era reivindicar los mismos derechos que los hombres obtuvieron a raíz de las revoluciones burguesas y de la ya mencionada Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El feminismo ilustrado

Las mujeres se vieron desprotegidas ante la falta de amparo jurídico y social, por ello, no dudaron en organizarse y empezar a luchar. A partir de esta primera ola se abre el debate sobre la igualdad y los derechos de las mujeres. Algunas de las pensadoras más importantes de la primera ola son:

  • Mary Wollstonecraft
  • Olimpia de Gouges (Autora de la de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana)
  • Poullain de Barre
La segunda ola del feminismo y las sufragistas. (1870- 1940)

Enlazada con la lucha por los derechos universales para las mujeres, nació en Europa y Estados Unidos la segunda ola del feminismo (1870- 1940). Esta ola del feminismo viene impulsada por la segunda revolución industrial y por los rápidos cambios políticos y económicos que estaba sufriendo el mundo occidental.

El objetivo de esta segunda ola feminista era reivindicar el derecho a voto universal puesto que las mujeres no tenían derecho a elegir a sus gobernantes, situándose así en una posición de inferioridad política y social.

La segunda ola del feminismo reivindicaba los siguientes objetivos:

  • La incorporación de la mujer en el mundo laboral durante la Primera Guerra Mundial
  • El derecho a voto (por eso se conocen como sufragistas)
  • La igualdad de sexos en la familia y la prevención de la subordinación de la mujer

En Estados Unidos, uno de los logros más importantes de la segunda ola feminista fue la Declaración estadounidense de Seneca Falls en 1848, dicha declaración reivindicaba la independencia de las mujeres de sus padres y maridos. A pesar de que no comprende las fechas establecidas del movimiento sufragista, se considera un logro de la segunda ola debido a la naturaleza de sus objetivos.

El sufragismo supone un paso adelante muy importante en la lucha de las mujeres puesto que encuadra a todas las clases sociales en una misma lucha. A partir de 1871, algunos países comenzaron a establecer el sufragio universal en sus gobiernos.

En España, una de las grandes representantes del movimiento sufragista fue Clara Campoamor, quien creó la Unión Republicana Femenina e impulsó el sufragio femenino en España.

La violencia hacia la mujer, la represión sexual y la falta de igualdad real ante el género masculino seguía siendo evidente a mediados del siglo pasado (de hecho, lo sigue siendo). La tercera ola del feminismo llegó durante los años 60, las mujeres empezaban a conquerir la igualdad ante la justicia, o eso parecía, y empezaban a desarrollar teorías sociales en las que estudiaban exhaustivamente el porqué de su situación, es decir, qué es lo que había en el mundo que mantenía a las mujeres en un estado de inferioridad permanente.

Grandes exponentes como Simone de Beauvoir o Betty Friedan comenzaron a señalar en sus libros algunas problemáticas que aparecían de una manera encubierta, sutil pero evidentemente graves en la sociedad, como pueden ser los roles y estereotipos de género, la opresión sexual de la mujer, la violencia de género, el maltrato psicológico…

Fue en esta época donde se afirmó por parte de muchas activistas la existencia de un sistema patriarcal que oprimía sistemáticamente a la mujer. Bajo el lema «lo personal es político» la tercera ola del feminismo luchó con los siguientes objetivos:

  • La abolición del patriarcado
  • La educación en la igualdad
  • La libertad sexual de la mujer
  • La eliminación de la violencia contra la mujer (o violencia de género)
  • La igualdad real en el entorno laboral
La cuarta ola feminista (1980- actualidad)

Esta cuarta ola del feminismo se está estableciendo actualmente en la historia y aún no se ha definido correctamente dada la complejidad de esta. Si bien es cierto que se asemeja mucho a la tercera ola feminista, a esta le sumamos otras luchas que confluyen en una misma corriente: el antirracismo, la lucha por los derechos LGBT, la libertad sexual, la lucha de clases… Estos movimientos ya existían anteriormente, sin embargo, poco a poco, se están creando espacios comunes para todos ellos.

La cuarta ola feminista también se caracteriza por el activismo online, la búsqueda de la sororidad, la eliminación del amor tóxico, la teoría Queer y la multitud de corrientes y debates entre el mismo colectivo.

Fuente: https://www.psicologia-online.com/historia-y-corrientes-del-feminismo-4306.html

Texto 3. Corrientes Feministas

¿Sabías que el feminismo no es un solo movimiento unificado?

Feminismo de clase: Esta corriente defiende la lucha por la emancipación de la mujer obrera, entendiendo que el machismo es el resultado de todo un sistema de opresión -el patriarcado-. Sostiene que, para eliminar el machismo, debe eliminarse el sistema patriarcal y que éste tiene sus raíces en la propiedad privada, por lo cual es primordial destruir el sistema capitalista y que la clase obrera tome el poder de los medios de producción para comenzar a trabajar por la eliminación del patriarcado. Esto último va en contra de los deseos de la burguesía, indiferentemente de su sexo, y por lo tanto se entiende que las feministas de clase y los burgueses no tienen ningún fin común, con lo cual una lucha juntos es imposible. Esta corriente feminista se divide, a su vez, en otras tres corrientes: el feminismo anarquista o anarcofeminismo, el feminismo comunista y el feminismo socialista.

Ecofeminismo o feminismo ecológico: Este movimiento ve una conexión entre la explotación y degradación del mundo natural y la opresión que sufren las mujeres. Surgió en los años 70, a la misma vez que la segunda ola del feminismo y el movimiento ecologista. Este modelo de feminismo une el ecologismo y feminismo en uno sólo. Laa ecofeministas reafirman el valor y la integridad particulares de cada ser vivo.

Feminismo radical: Es una corriente estadounidense desarrollada entre 1967 y 1976. Su lema es ‘lo personal es político’. Las feministas radicales extienden la lucha contra el Patriarcado hasta el ámbito social y el privado. Entendiendo que es en las relaciones personales cuando empieza la opresión del Patriarcado por medio de los padres o las parejas. Sostienen, además, que el fin del capitalismo no significaría el comienzo de la igualdad, pues seguiría existiendo dominación masculina.

Transfeminismo: Esta corriente feminista, al contrario que el feminismo tradicional, no centra su lucha en la desigualdad entre hombres y mujeres, sino que engloba incluso a personas que escapan a las categorías clásicas de género. Les transfeministas surgieron a finales de los ochenta.

Afrofeminismo: Esta corriente feminista argumenta que el sexismo, la opresión de clases y el racismo se dan de manera conjunta. Esta relación entre ambos, es la llamada interseccionalidad.  Las formas de feminismo que se esfuerzan en superar el sexismo y la opresión de clases, pero ignoran la raza, pueden discriminar a las mujeres a través de sesgos raciales. El colectivo del río Combahee acordaron en el 1974 la liberación de las mujeres negras, lo que conllevó la liberación de todas las personas, requiriendo el fin del racismo, sexismo y opresión social. Esta corriente se desarrolló fundamentalmente en EEUU, donde la situación de las mujeres negras era abusiva, mientras que el feminismo de las mujeres blancas estaba en pleno desarrollo.

Texto 4. Pequeña guía sobre el feminismo. ¿Qué es el feminismo? ¿Y el «feminazismo»? ¿Y el «hembrismo»?

Autora: Raquel Piñeiro. 8/03/2015

¿Qué es el feminismo?

Empecemos por el diccionario. Según la RAE, institución nada sospechosa de progresía ni heterodoxia, feminismo tiene dos acepciones:

Pero claro, no hay un único feminismo ni es un movimiento pétreo e inamovible. Tiene sus corrientes, sus divisiones internas, evoluciona a través de los siglos y genera opiniones, debates y todas esas cosas que hacen de la vida en general algo más polémico que las leyes matemáticas.

¿Es el feminismo “machismo al revés”?

El machismo es la “actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres” (RAE). Así, pensar que el feminismo es “machismo al revés”, aparte de una falacia, no tiene sentido, porque estaríamos comparando una actitud con un movimiento social.

¿Qué es una feminazi?

La palabra fue creada en 1990 por el locutor conservador Rush Limbaugh mezclando “feminismo” y “nazismo” y la empleó para equiparar a las mujeres que pedían el derecho al aborto con los nazis. Posteriormente se amplió su significado para definir a todas las mujeres que luchan por la igualdad social, o sea, a todas las feministas. En nuestro país se ha hecho especialmente popular en los últimos años como término para ridiculizar el feminismo y sus reivindicaciones.

¿Qué es una feminista de paja?

Lo mismo que «feminazi» pero con menor éxito en lengua castellana. Sería el mismo estereotipo reduccionista y burlón de mujer quema-sujetadores odia-hombres corta-penes lesbiana que no se depila y siempre está de mal humor.

¿Qué es el «hembrismo»?

Esta nueva palabra se utiliza para definir “el machismo al revés”, o sea, considerar que las mujeres son superiores a los hombres. Pero, ¿quién promueve el hembrismo? ¿Dónde está el movimiento hembrista o las organizaciones hembristas? Sólo hay gente que utiliza el término como un insulto o gente que lo usa sólo para desmarcarse de él. Así que llegamos a la conclusión de que no existe. Nacho Moreno, bloguero en Palomitas en los Ojos, dice que es “una pura invención que sólo podemos encontrar en los micrófonos, revistas y foros más casposos del internet. El machismo al revés no existe porque para que se produjera un fenómeno parecido tendríamos que revivir miles de años de cultura patriarcal pero ‘al revés’ cosa a todas luces imposible a no ser que nos pongamos inmediatamente a hacerlo”.

¿Qué es el patriarcado?

En una palabra: todo. En muchas: es el tipo de organización social en el que la autoridad la ejerce el pater familias, o sea prácticamente todas las sociedades de la historia. Su desmontaje y destrucción es uno de los objetivos de los movimientos feministas desde los años 60, al considerar que es el patriarcado el que explica la dominación y supeditación ancestral de la mujer al hombre. Implica la dominación de la sexualidad femenina, la objetivación y relegamiento de las mujeres al hogar, alejándolas de todo espacio y esfera pública, y va desde lo más obvio y agresivo –la ablación, el burka- y llega hasta lo más invisible o sutil, como el desprecio por las cosas «de chicas» (películas, intereses, construcciones culturales del universo femenino) al considerarlas de menor importancia y valor que las «de hombres».

¿Qué significa «sororidad»?

Es el hermanamiento femenino, la solidaridad entre mujeres, la sisterhood, hermana.

¿Qué es el sufragismo?

Es un movimiento de finales del XIX y principios del XX, especialmente importante en Inglaterra, que luchaba por conseguir el voto femenino. El nombre viene de obtener el sufragio, pero el de verdad, no el que excluía a la mitad de la población. Las sufragistas para protestar montaban manifestaciones, se tiraban a los pies de los caballos, se ponían en huelga de hambre y en general escandalizaban mucho a la sociedad victoriana y eduardiana de su época, provocando la caída de numerosos monóculos. El primer país en el que se permitió el voto para las mujeres fue Nueva Zelanda; en Inglaterra lo consiguieron en 1918, al terminar la primera guerra mundial; en España se otorgó en 1931 (aunque quedó suspendido durante casi cuarenta años por un asuntillo). Todavía existen países en los que el voto femenino se niega o está restringido a algunas elecciones o algunas edades, o las mujeres pueden elegir pero no ser elegidas.

 

¿Cuál es el significado de «género»?

El género lo componen “las diferencias sociales (por oposición a las biológicas) entre hombres y mujeres que han sido aprendidas, cambian con el tiempo y presentan grandes variaciones tanto entre diversas culturas como dentro de una misma cultura” (Comisión Europea, 1998). No es lo mismo criarse en una comuna hippie de los sesenta que hacerlo en Cantora durante los 80, ni es lo mismo hacerlo en un gineceo griego del siglo V a.c que en una tribu nómada de las estepas de Asia central de ahora mismo, y sin embargo los niños y niñas de unos y otros lugares y épocas son biológicamente iguales. O sea, con el sexo se nace, el género se construye poco a poco alentando unos comportamientos, valores y actitudes u otros. Por ejemplo vistiendo a los niños con unos colores concretos o con frases y estribillos como “los chicos no lloran tienen que pelear”.

¿Qué es el «empoderamiento»?

Es una traducción del inglés “empowerment”, y se refiere al proceso de toma de conciencia de poder por parte de un colectivo o una persona, normalmente desfavorecido o en situación de exclusión. Empoderarse implica valorar las capacidades propias y asumir un rol activo más allá del dispuesto tradicionalmente por la sociedad (que suele ser más bien pasivo). Últimamente es un término que se emplea mucho en el análisis del cultura pop al hablar del empoderamiento de artistas como Beyoncé (doble empoderamiento en cuando a mujer y negra) y no estando exento de polémica. Por ejemplo, ¿es empoderamiento lo que hace Miley Cyrus o sólo otra forma de sexismo y de utilización del cuerpo femenino como reclamo comercial? El debate está abierto.

Fuente: https://verne.elpais.com/verne/2015/03/08/articulo/1425824349_082960.html

 

 

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