La Filosofía ente cuentos llegó en el mes de marzo nuevamente al colegio CEIP Jacaranda, gracias a que la biblioteca Manuel Altolaguirre organiza desde hace tres años esta actividad en sus instalaciones.
Los niños y niñas de 4º A, junto con su tutora María, se sentaron en círculo para jugar a pensar, de forma reflexiva, de forma creativa, de forma sensible…, es decir, cuidadosa.
Pero aunque cada mes realicemos una inmersión filosófica, siempre que terminamos un taller surgen reflexiones contundentes que urgen ser compartidas con madres, padres, educadoras y educadores.
En esta ocasión fue volver a observar que el grupo de niños o comunidad de investigación filosófica, durante una hora y media, crearon un espacio de paz porque “dialogaron respetuosamente”.
La prueba de que dialogar es la mejor forma de salvar al mundo es una realidad porque cuando se rompe el diálogo, dejamos de reconocer a los demás como válidos para la comunicación, abriendo una vía a la hostilidad… Porque cuando estamos predispuestos a dialogar comprendemos que todos somos “únicos e imprescindibles”.
Por fortuna, esa es la metodología (dialógica) que el proyecto educativo Filosofía para Niñxs propone. Pero pasemos a compartir una breve muestra de lo que pasó la mañana del 21 de marzo después de esta reflexión.
“Fernando el Furioso” fue el cuento compartido por el grupo, el recurso que este miércoles se utilizó para estimular, es decir, para ejercitar las habilidades cognitivas necesarias que ayudan a construir pensamiento, a ser más inteligentes y un poquito más sabios…
¿Pero por qué jugar a pensar?
Porque, entre otras razones, gracias a pensar de forma profunda, sosegada, gracias a cuestionar el mundo y cuestionarnos a nosotros mismos, maduramos, y, además, nuestra mente se ejercita en la práctica de la autocorrección, la autocrítica; habilidades imprescindibles para la mejora y realización personal.
Una de las preguntas que nuestros filósofos y filósofas del Ceip Jacaranda propusieron propusieron fue:
“¿Cómo puede ser que Fernando se enfureciera tanto por lo que su madre le dijo (apagar la tele)?”
La incoherencia quedó enfocada. La falta de pensamiento reflexivo, la causa de esa incoherencia. La visceralidad y las pasiones subrayadas como un camino intransitable para la paz.