Biblioteca Municipal Manuel Altolaguirre
Benalmádena Pueblo
14 de noviembre 2017
Con motivo de la celebración del día mundial de La Filosofía en el mes de noviembre, apagamos dos velitas simbólicas para recordar que era nuestra segunda temporada de esta actividad.
Memoria
Después de los saludos y las gracias por asistir al segundo “filocafé”, las nuevas incorporaciones, Marga y Javier, propiciaron la recapitulación de lo que hacemos en nuestra actividad.
Convivimos, reflexionamos, hacemos gimnasia mental y aprendemos unos de otros mediante la búsqueda de sentido de los textos propuestos. Moisés completó la definición con palabras de Ortega y Gasset, según el cual hacer filosofía consiste en “poner en común perspectivas y desmitificar creencias”.
Una vez repartidos los textos se preguntó si alguien deseaba empezar, y tanto Pilar como Mónica aportaron una reflexión personal y un texto filosófico respectivamente.
Las lecturas de sus textos invitaron a discernir si la filosofía sirve para algo o no, si tiene alguna utilidad. Durante toda la reunión se trató de esclarecer este asunto.
Pepa nos recordó que las cuestiones esenciales de la existencia humana surgen en la infancia. Nacemos y con apenas unos años empezamos a preguntar, cuestionar, es decir, a hacer filosofía estimulados por el asombro (Aristóteles).
Siguiendo el hilo del texto de Adela Cortina se pone el foco en la imperiosa necesidad de que todas las carreras universitarias deberían ofrecer formación filosófica para asegúrarnos una labor ética y razonable en la actividad de los profesionales.
Se plantea a su vez cuál sería el tipo de formación filosófica, y se aclara que una formación práctica que estimule el diálogo y la reflexión, pero eminentemente dialógica.
Luisa apuntó que en los países escandinavos se ha acordado incluir la práctica filosófica en los colegios…, desde Primaria.
Al llegar a este punto nos preguntamos qué sentido tiene una transmisión de conocimientos filosóficos, que en muchos casos es excesivamente hermético y de poca aplicabilidad en la vida real (bachillerato). Moisés reconoce que esos textos se podrían explicar con sencillez para que todos los entendamos, pero que siempre va a haber defensores de cierto hermetismo.
Marina Garcés, la filósofa catalana, nos ayuda con el texto compartido a trasladar la práctica filosófica no solo al ágora, la vida social (café filosófico), sino que también es una defensora de que en los hogares se practique mientras cuidamos a los hijos, o hacemos la comida. Ella aporta que la filosofía es una piel de sensibilidad y compromiso social, y que esto debe empezar en el seno familiar.
En este punto nos preguntamos cómo en nuestra vida diaria podemos desarrollar esta mirada especial (filosófica). Se añadió que “ni el sentido común, ni lo normal” deben ser nuestras herramientas. Que la herramienta de trabajo para ser críticos, autónomos, y comprometidos o sensibles como personas es cuestionar todo y buscar inconsistencias.
Se preguntó cómo llegar a la verdad, y a este respecto se dijo que se pueden desvelar o desocultar la verdad, pero que la vida es un misterio puesto que en cada etapa histórica las mismas preguntas reciben nuevas respuestas porque el contexto cambia. Llegar a esclarecer todo es imposible.
Casi al final de este segundo encuentro, Engracia nos regala una cuestión: ¿qué es el error?
Y ella misma propone que no existe, que gracias a los errores se aprenden cosas nuevas… Que es más bien una oportunidad.
Durante el diálogo de la tarde se dejaron sobre la mesa posibles temas para futuras temporadas: Tecnología y Humanidad, Las Religiones, El Asombro, y Los Errores…
Textos: unos días antes de la reunión serán subidos a Huertos Filosóficos.com (en el apartado Café Filosófico). Si quieres podrás leerlos o no, queda a tu libre elección.
Para terminar, un abrazo y hasta el día 12 de diciembre que volveremos con La Democracia a las 18:00.
Feliz día.